Hubo un gran ajetreo el viernes en el apartamento del empresario del rap, en el corazón de Manhattan.

Camiones que entraban y salían del edificio descargaban ramos de flores blancas y candelabros. Se instaló una carpa blanca en la terraza y se advirtió el arribo de Kelly Rowland y Michelle Williams -ex compañeras de Beyonce en la banda Destinys Child-, la actriz Gywneth Paltrow y muchas otras estrellas.

Los periodistas instalados frente al edificio realizaban una actividad frenética, gritando y disparando sus cámaras cada vez que aparecía alguna furgoneta por la calle.

Los sitios de internet de las revistas de farándula People y Us Weekly informaron que Beyonce y Jay-Z se casaron y brindaron una fiesta suntuosa para unas pocas personas, según fuentes anónimas allegadas a la pareja. Sus familiares asistieron a la fiesta.

Durante toda la semana circularon rumores de que la pareja había solicitado una licencia de casamiento en Scarsdale, estado de Nueva York. Los representantes de Beyonce Knowles y Jay-Z se negaron a hacer declaraciones, incluso el sábado.

La pareja aparentemente mantiene una relación desde hace seis años, pero no lo ha reconocido públicamente. Knowles, de 26 años, y Jay-Z, cuyo verdadero nombre es Shawn Carter, han colaborado en las canciones 03 Bonnie and Clyde y Crazy In Love.

Ha sido una semana importante para el magnate del hip-hop. El jueves, la promotora de conciertos Live Nation Inc. dijo que mantenía conversaciones sobre un posible negocio. La compañía, con sede en Los Angeles, no llegó a confirmar los trascendidos de que obtendría una participación en prácticamente todos los aspectos de la carrera de Jay-Z y le daría ganancias adicionales por 100 millones de dólares.

Una persona allegada a la transacción dijo que la propuesta era de un contrato de 10 años por unos 150 millones de dólares y que abarcaría tres álbumes.

La fuente habló bajo la condición de anonimato debido a la naturaleza confidencial de las negociaciones en curso.